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A medida que crece la Internet de los objetos médicos, la prestación de cuidados se desplaza más allá de las cuatro paredes de un hospital, y los pacientes se vuelven más participativos y responsables. Los fabricantes de dispositivos deben estar atentos a este cambio inminente porque los expertos predicen que habrá entre 20.000 y 30.000 millones de dispositivos dentro de IoMT en 2020, lo que hará que la presión de ser el primero en llegar al mercado sea aún mayor. Sobre todo, los fabricantes de dispositivos médicos que se apresuran a impulsar la innovación no pueden olvidarse de una de las consideraciones más importantes con consecuencias duraderas: la seguridad de los dispositivos.
Esta precaución no es "nueva" ni mucho menos: la seguridad es, sin duda, un tema candente que se ha colado en las salas de guerra y los consejos de administración. Para los fabricantes de dispositivos, esto significa alinear las prioridades con las necesidades de los clientes y dotar a cada dispositivo de su propia identidad segura. Pero existen tensiones administrativas, como los presupuestos de I+D destinados estrictamente al desarrollo de productos y los estrictos requisitos de conformidad. Aplicar una estrategia que eleve la seguridad digital a la producción puede resultar a menudo un reto.
