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En la era digital del comercio minorista, los piratas informáticos y las violaciones de datos se han convertido en parte del curso normal de los negocios. El sector minorista recopila y almacena abundante información sobre sus clientes, desde números de tarjetas de crédito hasta direcciones particulares, direcciones de correo electrónico y números de teléfono. Estos datos, una vez recopilados, pueden ser muy valiosos, lo que incentiva a los ciberdelincuentes a infiltrarse en los sistemas de los minoristas.
A medida que miles de dispositivos conectados realizan transacciones, mueven cadenas de suministro y fabrican productos, los minoristas luchan por adelantarse a las ciberamenazas. Aunque ciertamente no es el único, la reciente brecha de Amazon.com demuestra la lucha constante de los minoristas para mantener el ritmo de los hackers en el panorama tecnológico actual.
