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Los datos desempeñan un papel fundamental en las relaciones sanitarias, ya sea entre paciente y médico, médico y dispositivo o dispositivo y paciente. Los avances tecnológicos y la innovación han desplazado el centro de quién está a cargo de la atención sanitaria de un paciente. En lugar de que el médico sea el único que toma las decisiones sobre el plan de atención del paciente, ha surgido un modelo de consumidor más amplio en el que la historia clínica se está democratizando. Como resultado, pacientes y médicos son ahora socios en la gestión de la asistencia.
El informe anual sobre tendencias sanitarias de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford lo atribuye al volumen y la velocidad con que se intercambian datos entre particulares y organizaciones. Sólo el año pasado, el sector fue testigo de mejoras tanto tecnológicas como normativas (por ejemplo, a través de la Nomenclatura Mundial de Productos Sanitarios) para dar cabida a la recogida de datos de los pacientes en los productos sanitarios que se suministran a los hospitales. También se está animando a los proveedores a crear una experiencia más fluida para los pacientes, impulsada por las nuevas tecnologías que están cambiando el panorama sanitario.
