El Internet de las CosasIoT) ha evolucionado más allá de las comodidades del hogar inteligente de termostatos e iluminación controlados a distancia. En la última década, miles de millones de dispositivos se han conectado a Internet, transformando sectores enteros como la sanidad, la fabricación y el transporte.
Este cambio ha abierto la puerta a una mayor eficiencia, un acceso instantáneo a los datos y nuevas formas de hacer negocios, por no hablar de una capacidad sin precedentes para supervisar sistemas críticos y gestionar dispositivos médicos.
Sin embargo, los inmensos beneficios de IoT han ido acompañados de importantes problemas de seguridad durante este período de rápida adopción.
Cualquier dispositivo conectado a Internet puede ser objetivo de los delincuentes. En enero de 2025, Cloudflare bloqueó con éxito un ataque DDoS sin precedentes lanzado por la variante Mirai-botnet y originado en 13.000 dispositivos IoT , incluidos routers, cámaras y DVR. Otras amenazas a la seguridad IoT que hemos visto, como marcapasos y vehículos pirateables, podrían afectar directamente a la vida de las personas.
A medida que IoT sigue creciendo y madurando, las empresas deben dar prioridad a la seguridad de los dispositivos conectados para defenderse de las crecientes amenazas dirigidas a los dispositivos IoT.