El recién lanzado Pokemon Go de Niantic para dispositivos móviles está de moda ahora mismo. Con más de 15 millones de descargas y 1,6 millones de ingresos diarios solo en Estados Unidos, se ha convertido en la aplicación más descargada de todos los tiempos. En resumen, la aplicación utiliza tu ubicación GPS para poner Pokemon en el mundo para que los atrapes, y te sitúa en lugares del mundo para que luches contra tus Pokemon o recojas objetos. Es muy parecido al Geocaching con monstruos virtuales.
Pero, una vez más, el tema de la privacidad asoma la cabeza: cuando te registras con tu cuenta de Google y aceptas el acuerdo de licencia y uso, ¿qué estás cediendo en realidad? En el acuerdo, dice: "Podemos revelar cualquier información sobre usted (o su hijo autorizado) que esté en nuestra posesión o control a funcionarios gubernamentales o encargados de hacer cumplir la ley o a partes privadas si, a nuestra entera discreción, lo consideramos necesario o apropiado...". Eso incluye información de tu cuenta de Google Store o de iTunes, tus contactos telefónicos, fotos y ubicación en tiempo real, aunque el desarrollador ha publicado un comunicado en el que afirma que sólo recopilará tu correo electrónico y ubicación para el uso de la aplicación. Pero que las aplicaciones te rastreen y recopilen, y posiblemente vendan, tu información no es nada nuevo; se puede esperar que Facebook, Google Maps, Tinder o cualquier otra aplicación del mercado hagan lo mismo. Lo que es único, sin embargo, es cómo los individuos malintencionados lo están utilizando en su beneficio.
A fecha de este blog, no se conoce ninguna violación de datos por parte de Niantic. Sin embargo, otras personas están utilizando una de las características del juego para atraer a jugadores desprevenidos a lugares aislados y robarles. En el juego, uno puede colocar un objeto en el suelo para atraer a los Pokemon, que a su vez atraerán a los jugadores. Dos hombres que jugaban al juego fueron asaltados a punta de pistola después de ir a un parque a altas horas de la noche y un grupo de estudiantes de College Park, Maryland, también fueron asaltados después de dirigirse a uno de estos lugares con objetos.
Puede que no resulte sorprendente ni interesante oír hablar de otra aplicación que rastrea tu ubicación, recopila tu información personal y posiblemente la vende al mejor postor. Parece que hoy en día es habitual que las aplicaciones lo sepan todo sobre ti. ¿Es porque confiamos intrínsecamente en que estas empresas protejan nuestra información y la utilicen sólo para el bien, o simplemente ya no nos importa?