En primer lugar, aclaremos qué es exactamente IoT . IoT es una red de objetos físicos que pueden interactuar con otros sistemas y dispositivos con acceso a Internet para compartir información y realizar acciones.
En los últimos años, los dispositivos IoT se han extendido tanto que muchos de ellos parecen ya habituales. Por ejemplo, piense en su smartwatch o en el dispositivo Amazon Alexa. Piense en un coche que ofrece mantenimiento predictivo y sensores para evitar accidentes o en un dispositivo médico que envía información directamente a sus médicos a mayor escala.
Desde la automoción y los dispositivos médicos hasta la fabricación, el comercio minorista y las finanzas, las oportunidades de los dispositivos conectados para crear experiencias más inteligentes y fluidas tanto para las organizaciones como para los consumidores son realmente ilimitadas. Muchos de los elementos predictivos de los dispositivos de IoT también prometen ahorrar recursos, incluidos tiempo y dinero, y crear experiencias más seguras en general.
Cabe destacar que, a pesar de la relativa madurez de estos casos de uso en la actualidad, aún estamos empezando con todo lo que ofrece IoT . A medida que el ecosistema IoT sigue madurando, la seguridad se ha convertido en un factor crítico para su éxito.