Este artículo apareció originalmente en el blog IoT Agenda de TechTarget. Haga clic en el siguiente enlace para ver la versión completa.
Tras años de infracciones embarazosas y abusos de redes de bots, los fabricantes de dispositivos de IoT se están dando cuenta por fin de lo que los consumidores buscan en sus nuevos productos: seguridad digital avanzada para proteger sus redes, privacidad y datos.
A pesar de la desconfianza y las dudas del público, el mercado de IoT está en auge. De hecho, Bain prevé un crecimiento del mercado de hasta 520.000 millones de dólares en 2021, lo que supone más del doble de lo gastado en 2017. Estos nuevos dispositivos son aún más innovadores y recopilan y transmiten muchos más datos a través de Internet que los anteriores. Desde vehículos autónomos que reciben actualizaciones de firmware a través de las ondas de radio hasta dispositivos médicos que acompañan al paciente a casa y mejoran directamente las experiencias y los resultados, no se puede subestimar el impacto de IoT .
Los productos conectados deben ser impecablemente seguros para que los hackers no puedan tomar el control: los dispositivos desprotegidos pueden pasar de útiles a dañinos en un santiamén. Según el mismo estudio de Bain, la filtración media de datos cuesta a las empresas más de 1,2 millones de dólares, y el 93% de los ejecutivos empresariales están dispuestos a aumentar el presupuesto para adquirir dispositivos con mayor seguridad.